Esta maravilla arquitectónica de la Barcelona modernista lleva abierta, ni más ni menos, que desde 1896. Desde entonces, ha dio cambiando de cara y función, hasta volver a la joya que encontramos hoy en día: un regreso a la cocina catalana más tradicional.
Podrás encontrar platos típicos como el fricandó, "clotxa de l'Ebre", albóndigas con sepia o bacalao "a la llauna". Cada día encontrarás un plato especial. Todos los ingredientes que utilizan aquí son de temporada y de proximidad, como antaño.
Cuentan con una amplia carta de tapas maridadas con infinidad de vinos y licores catalanes.